El fin de semana, finalmente, tuve la oportunidad de conocer la segunda ciudad de mi lista de los sueños (Paris es la primera).
Tengo que decir que quedé completamente enamorada del ambiente que se vive, el arte, sus calles y un montón de detalles más que hacen que no puedas sacarte de la cabeza a este pedacito de paraíso español.
Fui con un grupo de amigas al estilo "estudiantes aventureras" en bus, nos tomó unas 8 horas de ruta, llegamos a las 9 de la mañana y nos dimos cuenta que valió la pena estar tantas horas sentadas en ese bus para bajar y toparnos con la playa más antigua de Barcelona, la Barceloneta.
Hacía un poquito de frío, así que caminamos por la playa para sentir el aire fresco y apreciar el sol de la mañana.
Visitamos La Sagrada Familia, obra magnífica de Gaudí que hasta hoy sigue en construcción con probabilidad que la terminen antes del 2030. No pude entrar en esta ocasión al templo, aunque si recomiendo comprar las entradas previamente online para no hacer tanta fila. Verla desde afuera igualmente te deja pasmada por su estilo único e imponente.
Todas las calles tienen impregnado un carácter artístico que muy pocas veces vi, cada pedazo cuenta con personalidad e historia.
Barcelona hay que recorrerla a pie, para apreciar todo lo que ofrece. Las distancias no son muy lejanas y vale la pena dejar unas cuantas pisadas en sus calles.
El primer día almorzamos en el mercado La Boquería, ubicado en Las Ramblas, donde hay una diversidad enorme de gastronomía para todos los gustos.
Terminamos el recorrido en el Arco del Triunfo, que a diferencia de los arcos de otras ciudades que cuentan con trasfondos militares, el de Barcelona tiene un significado más civil representando el progreso artístico, científico y económico.
El parque Montjuic tiene unas fuentes majestuosas en el frente, que durante la noche ofrece un show de luces y música espectacular durante aproximadamente 40 minutos y es gratuito. Durante el día se encuentran abiertos para recorrer el museo arqueológico, el de arte de Cataluña y la Fundación Miró.
La montaña de Tibidabo (si, la referencia de Joey Tribbiani en Friends diciendo que estaba haciendo hiking acá, es inevitable que no se te pase por la cabeza) con 512 metros de altura, tiene las mejores vistas de la ciudad, el templo de Sagrados Corazones que se encuentra en la cima es digno de admirar y un poquito más abajo se encuentra un parque de diversiones, el más antiguo de España.
Las diferentes colinas en la ciudad hacen que cada paso ofrezca una vista panorámica, uno de mis favoritos del paseo fue el Parc Güell. Diseñado como un sistema de parques con elementos arquitectónicos, encargado nuevamente al genio de Gaudí, evoca felicidad, alegría y llena los ojos de belleza colorida. (Podés ver el videito aquí: Casas Gaudí en Güell)
Después de las largas caminatas durante dos días, fue difícil pero teníamos que volver a Madrid, en el camino paramos una hora en Zaragoza.
Hacía mucho frío y el viento estaba fuerte, pero esto no nos paró a descubrir todo lo que pudimos en el poco tiempo que nos quedamos.
Primero, pasamos por el puente de piedras que cruza el río Ebro. Llegamos justo antes del atardecer y el cielo teñido en colores fue un espectáculo digno de apreciar. Aprovechamos que era domingo y entramos a la basílica de Nuestra Señora del Pilar, con un estilo gótico y la música de órgano de fondo, fue un lugar de absoluta paz para terminar este hermoso viaje.
Agradecimientos:
Gracias Marce Castañeda por las hermosas fotos, la dirección de arte y producción.
Y a las chicas por un fin de semana tan divertido!
que gusto viajar contigo Magu !!
ResponderEliminarMelo! Ya vas a seguir viajando :) Voy a ir subiendo más cositas, hay mucho para ver!
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